Dejarla ir.

Existen muchísimas frases manoseadas a lo largo de la literatura, música, poesía y cuanta reflexión existe dando vueltas por el mundo y en la boca de todos, pero ello no quiere decir que sean menos ciertas y, que en algún momento de tu vida, te peguen en la cabeza cual balón pateado por Ronaldo, si, duele, y no solo ahí, también un poco más abajo e inclinado a la izquierda, en el corazón.

"No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes" (o estas por hacerlo y ya no te quedan ganas ni energías para seguir intentándolo).

El punto de inflexión sucede cuando te preguntas se dejarla ir o si intentarlo un poco más vale la pena. Es gracioso como todo parte con dos extraños y termina igual, con dos extraños, con alguien que solías conocer. El asunto es cíclico, etapas, conocer, conquistar, luna de miel, acostumbrarse, tolerarse, caída libre y la última, terminar, con eso puedes resumir de forma general cualquier relación. ¿En qué etapa estas tú? -suspiro- lo pregunto como si alguien alguna vez leyera esto.

El minuto de enfrentarlo va a llegar, el temor te va a invadir, porque, tal vez tú, quieres intentarlo, sea como sea, intentarlo. ¿Y ella?, no lo sabes, y eso es lo que más aterra, pues tampoco quieres preguntar, para no tener que oír la respuesta.

No recuerdo muy bien cuando fue la última vez que tome un papel y un lápiz y me largue a escribir, debe ser porque no soy muy bueno comunicando ideas, si no las puedo expresar con palabras no se si las letras harán un mejor trabajo.

Hoy no me siento bien, la barra del bar es el mejor amigo de una alma errante y el cantinero el mejor guardando secretos, cual sacerdote en secreto de confesión.

La noche no es buena, los compañeros de la vida son siempre un café y un cigarro, eso que comunican sentimientos que a ratos no podemos entender, pero que sabemos que están ahí, de una u otra manera te dejan pesando. 

Hoy solo serán ideas al azar, para mí, para el autor de una lineas que nadie más leerá y que se lanzan a un vacío infinito llamado Wired.

Heme aquí, llorando como un niño.